Muestreo etnobotánico

 VISITA DEL 26 DE NOVIEMBRE

Como cada año por estas fechas ha tenido lugar la "Feria de Artesanía" de Castillo de Bayuela. Y como es obvio, no quisimos perdérnosla. 

Allí, encontramos artesanos de pueblos cercanos. Como por ejemplo, Pablo Vázquez, de Membrillo. Simplemente, con un trocito de madera, un hacha, una escorcina, una lija, una navaja y un poquito de maña y paciencia, Pablo elabora estos estupendo utensilios de cocina en madera de enebro.
Foto 1: Pablo Vázquez en Castillo de Bayuela


  VISITA DEL 16 DE OCTUBRE

Con el objetivo de conocer y entrevistar a Jesús Checa, último heredero de una larga tradición en la cestería del castaño, nos acercamos al Real de San Vicente.

Jesús nos relata emocionado como fue su padre el encargado de transmitirle el conocimiento heredado de sus antepasados, y de enseñarle a fabricar las “banastas”. Cuando empezó a fabricar sus propias banastas era casi un niño, pero con ilusión y esfuerzo compaginaba sus tareas en el campo y con el ganado, con su gran afición, la cestería. Pronto llegaron tiempos difíciles y la necesidad de buscar nuevos caminos en la capital, dejando su querido pueblo, sus montañas y como no, sus tan valorados castaños. Siempre le quedarían los contados días de vacaciones o algún que otro fin de semana para retomar esta afición. Actualmente, ya jubilado sigue dando vida a la artesanía de la Sierra de San Vicente.
 

Foto1: Jesús Checa "el banastero" del Real de San Vicente


El proceso de elaboración de una “banasta” de castaño comienza con la corta de la madera, obteniéndose palos de grosor variable, de entre 5 y 10 cm. de diámetro. Tras ser cortados, se cuecen en un horno (el mismo que se tiene para el pan), lo que facilita la extracción de las “varetas” (cada uno de los listones con los que se hará el cesto). Para sacar estas varetas, se emplea una herramienta llamada “calabozo” y otra, principal, llamada “cuchilla” (una cuchilla con dos mangos). Con el palo en caliente, se coloca la cuchilla sobre el extremo superior de la madera, se golpea con un mazo y se abre una hendidura que sirve, ayudándose con las manos, para ir abriendo el palo a lo largo siguiendo la dirección natural de sus fibras. Así, se van sacando todas las varetas, que deben tener un grueso de unos 2 mm. Estas son varetas “sin labrar”, se pueden guardar así, y luego trabajarlas (después de humedecerlas) o labrarlas.

Para labrar las varetas, se emplea un banco de trabajo especial llamado “burro” (por su forma alargada rematada con dos listones que se asimilan a las orejas de un burro). Una vez labradas las varetas, se comienza a hacer la banasta, si se guardaron secas, hay que ponerlas antes en remojo para que se doblen sin partirse. Se trata de un proceso muy laborioso pero con excelentes resultados. Estas banastas actualmente se siguen utilizando para recoger setas, castañas, uvas o como adornos decorativos.

Foto 2: Banastas de castaño fabricadas por Jesús Checa


En la Sierra de San Vicente, toda la cestería artesanal está en retroceso. No solo la elaboración y venta de la artesanía, sino también el conocimiento asociado. Jesús, a diferencia de su padre, no ha tenido la oportunidad de transmitir sus amplios conocimientos sobre esta tarea a sus hijas. Pero quizás no sea tarde para que los vecinos de la Sierra de San Vicente retomemos este legado y evitemos que se pierda en el olvido.
 

 VISITAS DEL 24 y 25 DE SEPTIEMBRE

Garciotum, Nuño Gómez y Almendral de la Cañada fueron los pueblos elegidos para retomar nuestra búsqueda de semillas y saberes tradicionales.

Foto 1: Garciotum                          Foto 2: Nuño Gómez                   Foto 3: Almendral de la Cañada
       


Foto 4: "Tomate rosado"
En Garciotum entrevistamos a Gonzalo Martín. Este garciotunero nos mostró su “arrén” (porción de tierra dedicada al cultivo), donde tiene una gran diversidad de productos: pimientos de asar, berenjenas, judías, etc. Todos ellos cuidados con gran esmero. 

Él nos comentó la dificultad de encontrar semillas tradicionales en el pueblo. “Únicamente se mantienen las semillas del “tomate rosado” porque es el mejor tomate que tenemos y sus semillas no se venden en el mercado, así que las guardamos de un año para otro e incluso en ocasiones las intercambiamos para renovarlas”. El “tomate rosado” es una de las variedades tradicionales de tomate más valoradas en los pueblos de la Sierra de San Vicente. Aunque su apariencia no es llamativa, su sabor es exquisito. 





Gonzalo también nos contó como un día quedó realmente asombrado al encontrar el “tomate rosado” en un famoso supermercado de Madrid, y lo que aún le llamó más la atención fue su precio, que rondaba los 7 euros/ kg. Nosotros también quedamos perplejos ante esta información y fue entonces cuando nos vino a la cabeza las siguientes cuestiones: ¿Por qué nosotros no comercializamos nuestro exquisito tomate tradicional?, ¿Por qué hasta el momento, solo unos cuantos han sabido valorar nuestras variedades tradicionales? o ¿Por qué estamos sustituyendo nuestras semillas adaptadas a nuestro clima, a nuestros suelos y protagonistas de nuestra gastronomía por otras de peor calidad?. Durante este tiempo intentaremos buscar respuestas a todas estas cuestiones.

El pueblo de Nuño Gómez, además de la belleza de su entorno destaca su tranquilidad. En esta ocasión, estuvimos con Antonio Martín y con Berna Agüero, quienes nos mostraros las escobas de paja y las de turra. 
 

Foto 5: Nuestro compañero Alonso entrevistando a Antonio Martín

 Berna recuerda, como si hubiese sido ayer, como cultivaban las fincas de los alrededores del pueblo que hoy son encinares. Estas tierras solían pertenecer a grandes terratenientes que las cedían a cambio de que les dejasen en las trojes de sus caseríos la mitad de la producción anual. Él nos comentaba como el primer año sembraban cebada, el segundo centeno, el tercero algarroba y el cuarto lo dejaban en barbecho. Aunque si el hambre apretaba el cuarto año también sembraban.


  Foto 6: Alonso y Jose escuchando atentamente a Berna Agüero.
                   
En Almendral de la Cañada mantuvimos un encuentro con uno de nuestros informantes habituales y claves en el proyecto, Deogracias Reja. Este “zarzalero” posee uno de los huertos más biodiversos de toda la Sierra de San Vicente. En este huerto podemos encontrar: pimientos de asar, del padrón, de cuerno-cabra, bolillas picantes, tomates tempranillos, de patanegra, rosados, berenjenas rayás, negras y blancas, etc. Deogracias no dudó en proporcionarnos semillas de todas sus variedades tradicionales con el objetivo de ponerlas a disposición de todo aquel interesado. Desde aquí le queremos dar las gracias por su buen hacer. 

Foto 7: Pelando puerros junto con Deogracias Reja


También tuvimos la oportunidad de conocer a otros tres estupendos vecinos del pueblo. Ellos son: Casildo, Aureliano y "Pichi". Desde un primer momento nos mostraron su parte más humana y compartieron con nosotros valiosos conocimientos tradicionales, que esperamos y deseamos que no queden almacenados en el olvido. 

Foto 8: Recopilando conocimientos, gracias a Casildo, Aureliano y "Pichi"
Todos ellos nos dieron una gran lección sobre la importancia de la biodiversidad agrícola y la conservación del conocimiento tradicional. Aquí podemos leer algunas de sus afirmaciones:

Nuestros abuelos eran mucho más listos que nosotros. Ellos en lugar de tener solo una variedad de olivas, como tenemos nosotros, tenían varias y esto les ayudaba a tener todos los años producción. Por ejemplo, si venía un año más seco de lo normal alguna variedad podía perderse mientras que otras que soportaban mejor la sequía salvaban a la familia ese año” .  Aureliano Sierra

Con las higueras pasaba algo parecido. Se plantaban varias variedades, unas más tempranas y otras más tardías, para poder tener alimento para el ganado durante más tiempo. “Pichi” (Antonio Miguel)

Toda esta información nos viene a decir que ante posibles amenazas, como el cambio climático, plagas, etc, existe una mayor fortaleza en la biodiversidad que en la uniformidad. Además, debemos recordar que la amplia variedad de sabores, texturas y colores que deberíamos tener en nuestra alimentación también es producto de la biodiversidad agrícola. 

"Apostemos por un huerto con una amplia variedad de hortalizas tradicionales y  por una dieta divertida además de variada"


 VISITAS DEL 23 y 24 DE AGOSTO

Aprovechando la época de máximo esplendor de los higos, visitamos los municipios de Navamorcuende, Castillo de Bayuela y Pelahustán.

                                               Foto 1: Navamorcuende           Foto 2: Castillo de Bayuela    


En Navamorcuende se organizó junto a la Asociación de Mujeres “El Piélago” una charla-coloquio en la Casa de la Cultura. Todas ellas participaron de forma muy activa en esta actividad y se alegraron de poder rescatar del pasado, aunque solo fuese por un instante, los mejores momentos de su niñez. 

Recuerdan con claridad como sus abuelas les preparaban infusiones, jarabes o cataplasmas para los catarros o los problemas de bronquios. También recuerdan el agradable olor que daba el romero al quemarse en las brasas. “Un olor mucho más agradable que los ambientadores que ahora compramos” se atreve a afirmar una de ellas. Pero no solo hablamos de los usos tradicionales de las plantas sino también de sus fiestas populares para conocer más en profundidad este pueblo.  

Gregoria Soriano nos cuenta con gran ilusión como en el domingo de resurrección los mozos del pueblo les dejaban regalos en sus ventanas. En el caso de que la moza fuese su novia o al menos eso pretendiera, le regalaba una hermosa corona de laurel adornada con rosquillas y naranjas. Lo que demuestra el alto arraigo que han tenido las plantas en la celebración de fiestas populares.

Foto 3: Charla-coloquio en Navamorcuende

La charla se alargó hasta alcanzar tres horas de duración, y finalizó con una bonita poesía recitada por Santa Cano sobre su Navamorcuende y sus gentes. Nos gustaría agradecerles su participación y su amabilidad especialmente a Santa Cano, Petri Cano, Milagros Soriano, María Cano y Gregoria Soriano. Tampoco querríamos olvidarnos de la colaboración de Ángel (el administrativo del Ayuntamiento) y Luis Mariano Valdés (alcalde).
 
El segundo día lo dedicamos exclusivamente a la identificación de las distintas variedades de higos en la Sierra de San Vicente. Con este objetivo nos dirigimos a Castillo de Bayuela donde visitamos a nuestro querido amigo Julio Jiménez, quien como siempre nos recibió con gran amabilidad. 

Foto 4: Identificación de las variedades de higos en Castillo de Bayuela.


No dudó ni un instante en acompañarnos y mostrarnos todas aquellas variedades de higueras que tienen en el pueblo. Aquí encontramos:

  • Higos cordobeses caracterizados por su temprana maduración, su dulzura y su piel especialmente fina.
  • Higos blancos aparentemente similares a los cordobeses pero con la carne roja.
  • Higos negros cuyas brevas son especialmente valoradas en el mercado. Son más grandes y alargados que el resto de variedades.
  • Higos morenillos con la piel rayada.
  • Higos pata de burro su piel es negra. Presenta una forma más achatada y son más tardíos que el resto.
  • Cuello de dama son los higos blancos mejor valorados en el comercio. Se suelen vender ya pasados y cocidos con un ramita de hinojo y rebozados en harina. Se caracterizan cuando están maduros por exudar una gota de miel por el ojo. De ahí que en algunos pueblos los llamen melares, moscateles, etc.

Tras despedirnos de Julio y de su cariñosa esposa María. Nos desplazamos de nuevo hasta Pelahustán. Este pueblo siempre ha sido conocido, dentro de la comarca de Talavera de la Reina, como el pueblo con el mejor vino e higos de la Sierra de San Vicente. Sin embargo, tanto la vid como la higuera han quedado prácticamente abandonadas a pesar de la gran calidad de sus frutos. “Si es que los jóvenes ya no quieren trabajar el campo y los mayores ya no podemos” Rogelio Martín.


Gracias a la asesoría de Rogelio Martín y Vidal Fernández identificamos todas las variedades de higueras presentes en este estupendo pueblo.

Foto 5: Identificación de las variedades de higos en Pelahustán.

Las variedades identificadas son las siguientes:

  • Higos blancos son tempranos (para el día de Santiago, 25 de Julio, ya están maduros), son muy dulces y su piel es especialmente fina. Posiblemente sean los denominados cordobeses, de Castillo de Bayuela.
  • Higos coloraos caracterizados por su piel blanca y su carne roja. Similares a los denominados blancos, de Castillo de Bayuela.
  • Higos largos son los conocidos como negros.
  • Higos rayinos coinciden con los morenillos, rayuelos, sayuelos, etc.
  • Higos machacones son los pata de burro, oñigales, moñigales, nigales, etc.
  • Higos cuello de dama
  • Higos culo borrico su piel es negra y blanca y su interior es blanco.
  • Higos verdejos su piel es más verdosa y su carne es muy rojiza. También son más tempranos y son muy bien valorados por el toque ácido de su sabor.

Es importante destacar la amplia variedad de nombres que se le da a una misma variedad de higuera. A modo de resumen se presenta la siguiente imagen:

Foto 6: Tabla resumen de las variedades de higos identificadas.

    
VISITA DEL 11 DE AGOSTO

Según Marta María Moreno: “Las variedades tradicionales son auténticas obras de arte que debemos conservar y proteger”, y de esto a nuestro amigo Clemente Corrochano, de Segurilla, no le cabe duda. Es por ello, que con su esfuerzo e ilusión ha logrado mantener vivas las semillas de variedades tradicionalmente cultivadas por sus padres y abuelos. 

Año tras año en su huerto y melonar se puede encontrar una amplia variedad de hortalizas tradicionales como los pepinos del terreno, las berenjenas rayadas, los calabacines tradicionales, los tomates morunos, los de pera, los pimientos morrones, los del padrón, los de cuerno de cabra, las bolillas picantes y una gran variedad de sandías y melones. Además de las características carillas y escobas de año, típicas de estos municipios.

Foto 1: Variedades hortícolas localizadas en el huerto de Clemente.



Además de las variedades tradicionales destacadas también cultiva otras variedades más comerciales para comparar sabores y propiedades agronómicas. Ejemplo de esto encontramos los tomates cherry, los tumaca que son una variedad de reciente introducción, los de corazón de toro, el pimiento italiano, etc.

Foto 2: Clemente limpiando las semillas de pepino 

Cuando preguntamos a Clemente el porqué de su afán por conservar estas variedades. Él nos contestó de la siguiente forma: "Porque las llevo comiendo desde que era un niño, van bien a esta zona y disfruto con su sabor. Por ejemplo, el pepino de toda la vida cuando lo muerdes te das cuenta de que es mucho más crujiente que el resto, suena como “crack” y te sabe a gloria. O el sabor del tomate moruno tampoco tiene comparación. No sé si será que tiene la piel más fina o que le gusta esta zona, pero da gusto comerse un gazpacho de tomate moruno y de pepino del nuestro"

Como podéis comprobar las variedades tradicionales tienen una gran importancia en estos pueblos, así que resulta fundamental ponerlas a disposición de todo aquel interesado. Clemente quiso ayudar en esta tarea y nos proporcionó semillas de todas aquellas variedades tradicionales de las que disponía.

Le queremos agradecer su labor de conservación de semillas tradicionales llevada a cabo durante todos estos años, y su apoyo a esta iniciativa.





VISITAS DEL 19 Y 20 DE JULIO

En estas fechas nos acercamos a Pelahustán y Sartajada.
 
 
                                                Foto 1: Pelahustán                        Foto 2: Sartajada

En Pelahustán quedamos sorprendidos por la hospitalidad que nos mostraron sus vecinos. Esta vez se organizó una entrevista abierta a Rogelio Martín, que a sus 90 años mostró un gran sentido del humor y una memoria que muchos jóvenes envidiarían, y a Vidal Fernández, agricultor y vecino de Pelahustán de toda la vida. También quisieron participar en esta recopilación de datos, Anastasio López y “Billy, el niño”, quienes hicieron interesantes aportaciones. Desde aquí queremos agradecer a todos ellos el interés y amabilidad que nos ofrecieron desde el primer momento, y sobre todo, el haber querido compartir con nosotros los recuerdos y andanzas de toda una vida en el campo.

Foto 3: Entrevista grupal en Pelahustán


El pueblo de Sartajada estaba preparándose para celebrar sus fiestas de Santiago: las casas recién enjalbegadas, las calles repletas de color, los reencuentros entre abuelos y nietos o entre viejos amigos que tuvieron que emigrar a la capital para ganarse el pan, el griterío de los niños por las calles...este pueblo irradiaba alegría. 
 

Aquí tuvimos la suerte de dar con tres grandes expertos: Damián Núnez, Marcial Blázquez y Victoriano Cañas, quienes a lo largo de toda la mañana nos transmitieron todos sus conocimientos, y desde aquí les queremos mandar las gracias. Al igual que al matrimonio de Honorio y Celia por abrirnos las puertas de su casa.

Foto 4: Entrevista grupal en Sartajada



 VISITAS DEL 20 Y 21 DE JUNIO

En esta ocasión hemos visitado los municipios de Sotillo de las Palomas y de Buenaventura.

   Foto 1: Sotillo de las Palomas        Foto 2:Buenaventura

En Sotillo de las Palomas se organizó, junto con el alcalde Jes Alonso, una charla-coloquio donde participaron los mayores del municipio. La jornada consistió en la presentación de imágenes de la vegetación más característica de la zona. Todo el protagonismo fue asumido por los asistentes, quienes nos proporcionaban los nombres típicos de las especies mostradas, los usos que hacían de las mismas, las recetas más tradicionales, etc.

Foto 3: Charla divulgativa en el Hogar del Pensionista, Sotillo de las Palomas


Posteriormente, visitamos el huerto de Pedro Alonso y Maruja Carrillo. Además de pasar un buen rato a la sombra de sus cuidadas parras saciando nuestra sed con el agua fresca del botijo, tuvimos la suerte de hallar una variedad de judía típica de la Sierra de San Vicente, la denominada "Judía canela".
La Judía canela es una variedad valorada positivamente por los hortelanos y hortelanas de la zona. "Es más suave que la blanca y el caldo que produce es más sabroso" Pedro Alonso.

 







Foto 4: Nuestro amigo Pedro, proporcionándonos semillas de la "Judía canela".



En Buenaventura tuvimos un encuentro con Narcisa Sánchez y Gregorio Martín. Un matrimonio que nos recibió con los brazos abiertos. Junto a ellos, y a otros familiares y amigos, como Holegario Martín, Modesto Fernández, etc. Visitamos su huerta, donde cultivan multitud de variedades hortícolas tradicionales típicas de estos municipios. Es importante destacar las “escobas de año” o los “tomates rosados”, que ellos mismos cultivan, o la “patata de la rosa” que es cultivada por su vecino Pedro.

Foto 5: Visita al huerto de Narcisa y Gregorio, en Buenaventura.

Aquí os presentamos algunas aclaraciones de las variedades encontradas en Buenaventura:

Las escobas de año son un tipo de escobas cultivadas desde siempre, que se utilizaban y se siguen utilizando para barrer las calles o patios de las casas” Gregorio Martín 
 
Los tomates rosados son especialmente valorados por su exquisito sabor aunque aparentemente no sean bonitos” Narcisa Sánchez.

La patata de la rosa es altamente apreciada por la mayoría de los entrevistados, hasta el momento. Todos ellos coinciden en caracterizarla como una variedad de gran calidad.


VISITAS DEL 9 Y 10 DE ABRIL


Esta vez quisimos conocer más a fondo los municipios de Cervera de los Montes y Segurilla.

                                  Foto 1: Plaza de Segurilla                Foto 2: Ayuntamiento de Cervera

En Cervera de los Montes se organizó un paseo botánico por los alrededores del municipio. Este paseo resultó especialmente interesante por la alta presencia de gente joven interesada en aprender más acerca del entorno que nos rodea. Por lo que se dio un interesante flujo de información entre los veteranos y veteranas del pueblo, como Josefa y Victoria, y los más jóvenes que escuchaban con atención toda la información que ellas daban y las siempre interesantes aportaciones de Jose Fajardo y Alonso Verde.

 Foto 3: Paseo botánico por Cervera de los Montes.

En la tercera planta del Hogar del Pensionista de Segurilla nos reunimos con ganaderos de toda la vida como Macario, Pedro, Carmelo, Lino, Germán, Gaspar, Lorenzo, etc; agricultores como Domingo, Flores, Paqui, Joaquín, Antonio, etc; y jóvenes motivados e interesados por estos temas, como Ramón, Luis, Ángel, Javi, etc. 

  Foto 4: Nuestros mayores de Segurilla mostrándonos su lado más participativo. 

El objetivo de esta reunión fue charlar de forma extendida con nuestros mayores sobre el uso tradicional de las plantas. Estábamos muy interesados en aprender qué usos ganaderos daban a las plantas y aquí los ganaderos tuvieron mucha información que dar. Del mismo modo, queríamos recuperar aquellas especies hortícolas que han quedado en el olvido por la inexistencia de su cultivo en la actualidad, y en esta ocasión fueron los agricultores quienes nos definían una a una las especies que ya no veían por el pueblo, qué tipo de sustrato necesitaban, cómo jugaban con los ciclos lunares para aumentar su producción, qué santos les orientaban a la hora de recoger o sembrar sus cosechas, etc. 

Por último, nos gustaría destacar la presencia de una “informante clave”, Paqui, quien nos deleitó con exquisitas recetas caseras que en la actualidad permanecen solo en la memoria de personas cuidadosas como ella, y con las tradiciones que latían en cada recoveco del pueblo y aun permanecen latentes en su recuerdo. En definitiva, todos ellos nos mostraron un importante nexo de unión entre las plantas locales y la historia de este estupendo pueblo. 

En cuanto a las variedades tradicionales típicas de estos municipios descubrimos: 

 
Algarroba, Yeros, Almortas y Titos. “Antiguamente se cultivaba principalmente la algarroba para el ganado pero ahora el campo está abandonado y se han perdido hasta las semillas” Macario Barroso.

Judía Carillas. “ Las semillas de carilla que tenemos son las de toda la vida porque las que compran no se pueden sembrar al año siguiente” Paqui Corrochano .

Sandía Meloja “ Es una sandía que por fuera es negra pero por dentro es amarilla, es muy dulce” Paqui Corrochano.



Fotos 6 y 7: Judía Carilla y Sandía Meloja, respectivamente.

Desde aquí nos gustaría agradecer la ayuda inexorable de nuestro “voluntario estrella” Ángel Rubio, que participó activamente en la difusión de estas jornadas, y la colaboración de Pablo Barroso, alcalde de Segurilla.